Soy una madura tetona mexicana y hace meses que mi marido se ha convertido en un cornudo cuckold. El muy inútil no me satisface sexualmente, además de no tener ganas. Hemos acordado que puedo follarme todas las pollas que quiera. La única condición es que él esté presente o lo grabe. A veces acudo a alguna linea erotica cornudos, pero me sabe a poco.
Mi marido es español manso y dócil, pero yo soy mexicana. Una profesora de Arte mexicana en la Facultad. Me encanta la enseñanza, pero lo que más me gusta es notar las pollas excitadas de mis alumnos. Este curso tengo a Adrián, un mulato de 23 años y un gran pollón. Adrián recibe clases extras de su profesora mexicana.
Clases en mi casa. En las primeras clases le propuse pintarlo desnudo e irle explicando la técnica del relato caliente.
Adrián tenía vergüenza, le duró 15 minutos. No quería quitarse el gallumbo jajaja. “Venga hombre, no seas tímido, no voy a ver nada que no haya visto antes”. Comencé a quitárselo poco a poco, rozando con mis dedos su gran pollón. Cuando levanté la cabeza estaba dura como una piedra. Le agarré la punta con la palma de mi mano “tranquilo” le dije.
Madura tetona mexicana pintando a mi alumno
Tumbado en el diván parecía un Adonis con su pollón duro, unos 22cm. Llevaba 10 minutos explicándole la técnica cuando me acerqué de nuevo a él. Abrí mi vestido de botones dejando mi cuerpo totalmente desnudo. La profesora mexicana expuesta ante el pollón del alumno.
“¿Quieres jugar?” Le dije.
“Si” respondió.
Abrí el cajón de la mesita y quité un fular negro. Se lo puse tapándole los ojos. Empecé comiéndole los huevos llenándome la boca con ellos. Luego poco a poco empecé a comer ese pollón, desde la base hasta la punta. Parándome en su punta para saborearla, entonces me acerqué a besarle. Volví a su polla y me la metí en la boca hasta el fondo, profundamente a mi garganta. La comía con ganas, como si fuese a arrancársela.
Cuando me cansé de comerme ese pollón me puse encima. Empecé a hacerle sufrir un poco, rozando su polla contra mi coño húmedo pero sin meterla. De pronto me bajé de golpe y dejé que entrase. Esa polla era mía en ese momento, que buena, sus pelotas tocando mi culo. Adrián no para de jadear, pide más, empieza a soltarse, me llama hija de puta.
Follando con mi alumno y grabándolo para mi marido
Me corro una primera vez, esta madura tetona mexicana pide más. Pero qué polla tiene el cabrón. Le cojo las manos y se las pongo en mis grandes tetas, le digo que apriete mis pezones. La profesora mexicana con esta pasion maduras imparable, sigue cabalgando al alumno, su mejor clase.
“Me voy a correr profe” me dice.
Bien, pero cuando yo te diga porque lo haremos juntos, espera. Nuestros gemidos se unen. “Ahora niño, ahora, córrete conmigo…”.
—Las maduras españolas me gustan, pero nunca probé una profesora mexicana, ahora ya sé lo que es, soy un aprendiz —me dijo.
Adrián siguió viniendo a sus clases, el aprendiz, yo grabándolas para que mi marido cornudo cuckold las vea por morbocornudos, mientras se pajea. Y aprenda de él.
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