Había oído decir que una viuda caliente española tiene ganas de follar, que al no tener marido, van cachondas perdidas. Merche es una de ellas. Es una vecina de hace infinidad de tiempo, amiga de mis padres y ahora más que mi amiga, es mi follamiga. Madurita pero follamiga madura española. Su marido ha pasado a mejor vida, pero ella se aferra al cargo, se aferra a su anillo que aún mantiene. Cuando quedamos y de puntillas me meto en su casa, antes de subir a la mía (yo vivo arriba), le digo: «¡Quítate ese anillo, que me da cosa!»

Será manía o lo que sea, pero saber que su querido esposo ya no está y ella lo sigue llevando cuando me hace manoletas, me da repelús. Esas pajas rapidas que solo ella las sabe manejar, me pongo malo. Sus gordas manos me envuelven la polla como si la estuviera metiendo en un pastel de chocolate. Su calor se pega a la piel de mi glande que enseguida lo baja como si fuera la de un plátano canario. Solo de verla tan emocionada con un nabo joven y duro, me dan ganas de reventarle los dos agujeros (¿o son tres?)

Fotos porno de viuda caliente española

Todo empezó con un acercamiento natural, yo podría decir que fue producto de casualidad o que me llegó una foto porno de lavabo suya, por azar. Pero eso no es cierto. Lo nuestro ha sido tan natural como real. Ella está sola desde hace un tiempo, su marido no está como he dicho y yo no paro de hacerme pajas rapidas pensando en abuelas. Soñando con follarme a una madura fea cachonda, de tetas caidas y que se muera por comerse un buen cayetano.

Estoy harto de entrar en chat maduras cachondas, de mamas que DICEN estar calientes y son realmente fakes totales de esas webs de citas insoportables. Que no se folla ni queriendo. Que no escondes la nutria ni en broma. Es prácticamente imposible, pero con Merche, con Merche… todo es distinto.

Ella hace fácil lo difícil, lo que con una madura de ahora es imposible, ella lo hace posible. Nuestros flirteos matutinos en el ascensor, nuestras miradas por detrás de mi madre cuando ellas hablan. Y lo mejor, un sexo potente que es el que le ofrezco y ¡Voilaà!. MERCHE ES TODA MÍA.

Merche una viuda tetona viciosa e insaciable

En cuando mi madre no está en casa o lo que sea, me meto en yo en la suya, me bajo los pantalones y me come el plátano como nunca ninguna. Me la follo a cuatro patas mientras esas tetazas caidas le cuelgan y se balancean. Eso me pone cachondo cuando lo veo, será un fetiche pero es así: EL BALANCEO DE TETAS CAÍDAS.

Y cuando no puedo quedar con ella, que estoy en mi cuarto o lo que sea, hablamos por telefono. Como si fuera una linea erotica bizum o de tarjeta, pagando, pero yo SIN pagar, claro está. Un sexo telefonico gratis con toda una madura y viuda caliente española de verdad.

No sabéis la de pajas rapidas que me he hecho con ella, ¡y las que quedan! Porque unas buenas manos gordas como las de Merche no se pueden desaprovechar.