Madura peluda busca lesbiana para jugar por telefono erotico, para hablar de sexo entre mujeres y para corrernos cuando nos apetezca. Así se exponía de entrada esta española morena, cuando su amiga Laura rubita la contactó. Laura era más joven que ella, tendría unos 22 años y la madura peluda de tetas pequeñas, ya pasaba de los 40 años. Una cuarentona harta de tios, de machos alfa sin cerebro y pollas enanas o gigantes.

No le impresionaban los pollones tan de moda hoy día, eso por lo que muchas y otros tantos se mueren. Ella se lo pasaba por pelos de su ojete. Sin prejuicios ni escrúpulos. Porque más de una vez la habían taladrado gordos capullos, tanto de polla como de cerebro ¡ESTABA HARTA DE CAPULLOS!

Esos rojos fresones sin neuronas por los que muchas se mojan, otros se divorcian y todos piden el divorcio. Eso que ella aborrecía y hasta de lo que se reía. Porque mientras las otras babean por un pollón, ella se moja con Laura sumisa, sin condón.

Corridas con madura peluda en busca de lesbiana

De esta manera conoció a esta virginal, aventurera, curiosa y hasta intrigante veinteañera Laura. Con más ganas de coño que un mono de liarla. De esta modo la madurita la encauzó, le guió, le dijo lo qué tenía que hacer y qué no debía chupar. Le enseñó a mamar, le mostró el valor de unas tetas, de sus minitetas. Y de la poca importancia de unos tetones, de tetas grandes, un tetón que mamar. Le hizo comprender el morbo de unas tetas pequeñas, microtetas con pezones gordos. El sexo de un culo bien peludo y de la Navidad al vello púbico.

La jovencita Laura aprendió este sermón con mojadura incluida, de la madura peluda en busca de lesbiana. Y la joven inexperta comenzó a darle sentido a su virginal coño, a sus esperanzas perdidas y desorientadas. Y es así como aprendió a valorar unas microtetas de dominante sin pelos en la lengua y muchos en el culo. Supo lo que era unas axilas peludas cuando la vio desnuda por primera vez.

Todos sus ideales se le habían caído por los suelos, de universitaria estudiante y sin sentido. Se expuso ante esta sucia Dómina amateur y española, que le indicó un nuevo camino. La joven Laura, rubia y gordita, aprendió rápido lo que era sentir de verdad.